23 Feb Los cambios de currículum y las matemáticas
El curso pasado inicié mi camino en un centro educativo público, una experiencia que me está permitiendo vivir de primera mano cómo los cambios en el currículum impactan en la práctica docente. Hasta entonces, había seguido su evolución desde la distancia, con la libertad que da no estar inmerso en la gestión, la burocracia y la documentación que conlleva su aplicación.
Y, de repente, te encuentras en el aula, frente a tu alumnado, y todo cobra una nueva dimensión: las necesidades reales, los ritmos diversos, los desafíos diarios… La teoría se encuentra con la realidad, y es ahí donde empieza el verdadero aprendizaje.
Sigo sintiendo que lo más importante para mí es:
– Crear vínculo con el alumnado: Porque solo cuando nos sentimos vistos y valorados podemos aprender de verdad. Yo te veo y tú me ves. Construir una relación de confianza donde el alumnado sienta que su voz cuenta y que el aula es un espacio seguro para expresarse, equivocarse y crecer.
– Marcar límites claros y necesarios: Para el bienestar del alumnado y también para la propia gestión docente. Los límites no solo estructuran el aula, sino que también generan un clima de seguridad y respeto donde todos sabemos hasta dónde podemos llegar y qué se espera de cada uno.
– Reuniones de equipo que realmente sumen: Espacios donde no solo se hable de planificación y burocracia, sino que nos permitan conocer mejor al alumnado y coordinar estrategias de acompañamiento. Porque la educación no es solo enseñar contenidos, sino también comprender a las personas que aprenden.
– Priorizar el respeto por uno mismo y por los demás sobre el cumplimiento estricto de la programación: Porque un aula sin respeto, sin cuidado mutuo y sin bienestar emocional difícilmente será un espacio de aprendizaje real. La programación es importante, pero nunca debe imponerse a costa del desarrollo personal y emocional del alumnado.
Y en medio de todo esto, sigo aprendiendo cada día, cuestionándome, ajustando, buscando maneras de hacer que el currículum no solo sea un documento, sino una herramienta viva que realmente tenga sentido en el aula.
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